Decir adiós… a veces es necesario. :(

Hola amigos, este es un tema muy triste para quien lo vive o lo está viviendo…

¿Cómo decir adiós sin herir?
Es imposible, alguien siempre saldrá herido.


Vamos a la historia de hoy:
Todo parecía estar bien en nuestra vida hasta que un día desperté y me di cuenta que ya no amaba a la persona que tenía a mi lado…

Todo en mí cambió, ya no podía mirarle de la misma manera. Aunque no tenía otra persona, yo sabía que mi amor por él había terminado.
Le quería pero no era amor sino costumbre, los dos sentimientos se parecen mucho, pero no son lo mismo.
Su presencia ya no me llenaba de ilusión, me cansaba su mal humor, no había forma de que nuestra vida de pareja fuese normal, siempre discutíamos, y me di cuenta que no podía hablar de nada con él, que no era mi amigo, que todas las cosas que me afectaban sólo se los podía contar a personas ajenas pero nunca a mi pareja, pues no sabe escuchar, no sabe oír mis inquietudes.

Me di cuenta que yo sólo estaba en mi propio hogar para cocinar y hacer las labores de una dueña de casa.
Pero yo quería mucho más, quería tomar cursos, cambar mi color de pelo, comprarme ese vestido que tanto me gustaba… pero apenas le decía lo que deseaba, total… ¿para qué?
Así me fui anulando como persona, ya no salía, mis hijos sólo veían a una madre triste, a la hora de comer sólo había silencio, todos callados, mis hijos sufrían… Y fue entonces cuando me di cuenta que aunque me doliese debía tomar una decisión que no era fácil…
Una noche le dije que quería que se fuese de casa. Ya comprenderán todo el lío que se armó: insultos, groserías, que yo tenía otro hombre, etc. Y no era así, no había nadie, estaba tan cansada que no quería saber nada de nadie.

Pasó mucho tiempo hasta que un día pasó lo que debía pasar: nos separamos.
Me costó mucho salir adelante con mis hijos, no me ayudó en nada, mi familia se alejó de mí, y no tenia apoyo de nadie.
Dios me dio un trabajo sencillo pero ganaba suficiente para mi hijo y para mí, no quería saber nada de él, y a pesar de quererle aún no quería verlo más… Era como un luto que debía llevar y así lo asumí.
Hoy mirando atrás veo que vivía en la más completa soledad, me alejó de mi familia, de mis amigos e infancia… de todo. Pero salí adelante y hoy puedo darle gracias a Dios por haber tomado ese camino que no fue nada fácil pero que fue el mejor. Hoy me acuesto tranquila, soy más feliz, saco a mi hijo más a menudo, le veo reír y eso vale todo el oro del mundo para mí.
No me arrepiento de nada aunque aún me encuentre sola, y así lo quiero por ahora, puedo dar gracias a Dios de estar donde estoy: sola con mi hijo y saliendo adelante.

Prefiero que mi hijo me vea sola y feliz que junto a su padre pero con todos amargados pues él tampoco era feliz conmigo.
Me duele, pero ya lo acepté, no sé quien falló, para ser justa pienso que los dos. Era un hombre muy difícil, muy de andar con mujeres, y yo era demasiada tranquila para él.

Esta historia se las cuento a modo de ejemplo, para que sepan que todas podemos salir adelante y que es más fácil ser feliz sola que estar en compañía y ser la persona más triste de la tierra.




LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Disqus for Fechados por Cupido